viernes, 10 de diciembre de 2010

Introducción

La región de Antofagasta es testigo de una valiosa historia minera asociable con las más diversas explotaciones mineralógicas: la plata, el cobre, el salitre, el oro y el yodo, entre otras, han dado vida a esta zona desde las más antiguas épocas. Así lo constatan una amplia diversidad de valiosos vestigios que incluyen desde explotaciones mineras prehispánicas hasta grandes minerales históricos abandonados; restos patrimoniales que constituyen inestimables fuentes de información para el enriquecimiento de la historia regional. En la actualidad, la arqueología y la historia comienzan a desplegar esfuerzos conjuntos en el estudio de las inestimables huellas de los minerales históricos y es, en este ámbito, que la presente investigación quiere aportar su trabajo académico, pues si bien, contamos para la región con estudios historiográficos dedicados al siglo XIX, las investigaciones arqueológicas de cultura material sobre el mencionado siglo no abundan, y esperamos que
esta investigación abra una senda para desbrozar tan inexplorado camino.
El sitio arqueológico del Mineral de Caracoles, representa una oportunidad única para la investigación y enriquecimiento de la historia regional, analizada desde una nueva e importante perspectiva: los vestigios materiales procedentes de la vida cotidiana.
Así, el presente estudio pretende contribuir a la construcción de una historia regional, orientada a la difusión de la identidad minera local, apuntando fundamentalmente, a la comprensión histórica de la vida de la población, desde el conocimiento de sus vestigios
materiales. Asimismo, pretendemos posicionar este tipo de vestigios, particularmente los del Mineral de Caracoles, en el marco de la nueva visión latinoamericana sobre patrimonio cultural histórico.
En nuestro continente, la administración tradicional del patrimonio (por ejemplo el financiamiento de su investigación y conservación) estuvo, durante décadas ligada a dos temáticas, primero, a consideraciones étnicas, lo que se tradujo en un apoyo oficial al estudio de la denominada prehistoria, y por otro lado, a la admiración de la monumental idad de los edificios históricos de las élites locales (Funari 1999). Hoy en día, las nuevas tendencias y normativas de administración de patrimonio en Latinoamérica, debido en parte al concurso de arqueólogos e historiadores, respaldan investigaciones sobre vestigios materiales legados por la gente común v comente, protagonistas anónimos de diversos procesos sociales, económicos y políticos de cada país. Las nuevas tendencias pretenden democratizar el pasado, a través de la valorización y análisis de las evidencias de las vidas diarias de las grandes mayorías (1999:113).
En este sentido, el estudio de la cultura material de los pobladores mineros de la región de Antofagasta, se perfila como un tema relevante en la nueva dinámica de la valorización patrimonial del continente, y representa, en sí, una novedosa fuente de información para la investigación de la historia de Chile y Bolivia durante el siglo XIX. El sitio arqueológico del Mineral de Caracoles es una importante agrupación de vestigios materiales producto de un significativo proceso histórico regional, que se manifestó con el surgimiento y desarrollo de pequeñas y grandes ciudades; relevantes migraciones a la región; fuertes inversiones monetarias, en fin, Caracoles cambió la faz de ese territorio, radicalmente. Presentamos, entonces, una aproximación interdisciplinaria a este importante escenario de la historia regional e internacional.